COLEGIO ANGLO MEXICANO DE COYOACÁN
S E C U N D A R I A
ES4-614
CICLO ESCOLAR 2015-2016
Examen de Español
1ª
Nombre del alumno: ____________________________________________________
Grupo:____________
Prof. (a):
Adriana Martínez Escobar Total
de puntos del examen:
Fecha: _______________________ Aciertos: ___________ Calificación: _____________
INSTRUCCIONES: Contesta lo que se te pide de
acuerdo a las instrucciones de cada apartado. Para las preguntas abiertas
utilza lápiz, para subrayar utiliza el marcatexto.
ACTIVIDAD I. LEE EL SIGUIENTE TEXTO Y
CONTESTA LO QUE SE TE PIDE:
¿Y qué fue del
gordito feliz?
Arturo Orea Tejeda y Ana Ma. Sánchez Mora
Obesidad en la
niñez y la adolescencia
Un problema de salud que ha aumentado en forma alarmante en las últimas
dos décadas. Muchas veces empieza en la infancia y se traduce en enfermedades
graves en la vida adulta. Cómo atenderlo y, sobre todo, prevenirlo.
En nuestro país,
donde la desnutrición ha sido un problema ancestral con raíces en la
injusticia, todavía a mediados del siglo XX la gordura se consideraba una
muestra inequívoca de buena salud. “Está chula de gorda”, decían las orgullosas
madres de hijas obesas. Un niño gordo era, por definición, un niño sano y
feliz; simpático y bonachón, como lo representaban en películas y
cuentos. A los delgados se les daba un cargamento de vitaminas y mucha
comida. Los flacos eran sospechosos: seguramente padecían alguna enfermedad, o
cuando menos un “problema glandular”. Al llegar a la adolescencia, los jóvenes
(sobre todo los varones) daban el estirón y era muy común que quedaran hechos
unas garrochas, pero todos esperaban que con el tiempo “embarnecieran”, y por
lo tanto mejoraran.
En los hogares con
cierto desahogo económico, la dieta, si bien muy abundante, era relativamente
equilibrada en términos de nutrición. No se conocía la pirámide alimenticia,
pero con algo de intuición la comida cotidiana contenía los elementos
necesarios y suficientes. La transformación social y económica del esquema
nutricional urbano en México no es el tema de este artículo, y sólo repetiremos
que en la segunda mitad del siglo pasado las cosas cambiaron drásticamente,
como puede verse en los artículos que ¿Cómo ves? ha publicado sobre el
tema. Por la vida sedentaria que llevamos y la gran cantidad de grasas y
azúcares que consumimos, la anhelada gordura de antaño hoy la conseguimos con
una facilidad pasmosa.
Pandemia
El sobrepeso y la
obesidad son enormes problemas de salud pública y ya han alcanzado a niños y
adolescentes. Hoy sabemos que no hay gorditos sanos, y mucho menos felices: las
personas pasadas de peso son objeto de burla y discriminación, y además están
expuestas a padecer graves enfermedades. La comida chatarra y las horas de
televisión son dos de las causas. En los medios, los anuncios nos invitan a
comer alimentos de alta densidad energética y luego a deshacernos de los
“kilitos de más” con píldoras, costosos aparatos de gimnasio o dietas que pueden
dañar la salud. La probabilidad de padecer obesidad en la infancia casi se ha
triplicado en las últimas décadas. Esto puede adelantar la aparición de
cardiopatías en la edad adulta. El sobrepeso suele ir acompañado de
alteraciones estructurales y funcionales del corazón, condiciones que en casos
graves pueden causar la muerte, muchas veces súbita y casi siempre secundaria a
alteraciones del ritmo cardiaco.
Desde 1998 la
obesidad es oficialmente pandemia para la Organización Mundial de la Salud
(OMS). Y en casi todos los países es una de las enfermedades infantiles más
comunes.
¿Obeso o
llenito?
Dicho de manera
muy simple, la obesidad proviene de consumir más energía de la que gastamos.
Aunque los términos sobrepeso y obesidad se suelen utilizar
indistintamente, no son sinónimos: el sobrepeso es un exceso de peso corporal
en relación con la estatura, mientras que la obesidad se define como una
enfermedad caracterizada por el exceso de grasa corporal.
Para evaluar la
obesidad en niños y adolescentes lo más socorrido es medir el índice de masa
corporal (IMC), pues en los pacientes de esa edad el IMC guarda una
estrecha relación con la cantidad de grasa de los pliegues cutáneos. Quienes
tienen muchos pliegues, o llantitas, es probable que tengan un IMC alto y un
exceso de grasa corporal. A los adultos, en cambio, se les suele medir la
circunferencia de la cintura, pues ésta da una idea aproximada de la cantidad
en el organismo de grasa del tipo que se asocia con las enfermedades
cardiovasculares. En niños y adolescentes tener pancita no necesariamente
quiere decir que haya grasa de este tipo, aunque a la larga el sobrepeso puede
provocarles trastornos del corazón y del sistema cardiovascular.
En la obesidad
coinciden factores genéticos, biológicos, socioeconómicos, conductuales y
ambientales, que influyen en la manera en que nuestro organismo asimila las
grasas y los azúcares. Esto puede estar determinado por el tipo de organismo
que heredamos de nuestros padres, es decir, puede tener un origen genético. Cuando
los padres son obesos aumenta tres veces el riesgo de que los hijos lo sean. La
obesidad de los padres influye mucho en los primeros 10 años de vida, pero el
peso del niño es lo que tiene más impacto en el desarrollo de la obesidad entre
la adolescencia y la edad adulta.
Las anormalidades
genéticas asociadas a la obesidad que se han identificado hasta hoy contribuyen
en menos del 5% de los casos, por lo que no debe inferirse que la obesidad de
los hijos se debe necesariamente a los padres. Influyen mucho más los factores
ambientales, como haber nacido bajo de peso y crecer mucho durante los primeros
dos años de vida, lo que suele ocurrir cuando la madre fuma durante el
embarazo.
Otro factor
ambiental es la dieta: los patrones alimenticios de niños y adolescentes han
cambiado drásticamente en las últimas décadas. Hoy consumen más grasas y
calorías totales en bebidas azucaradas y botanas, que se sirven en raciones más
grandes que antes. Los niños que se alimentan de la llamada comida rápida
asimilan muchos nutrientes energéticos por gramo de alimento —grasas,
carbohidratos y azúcares— y comen menos fibra, leche, frutas y verduras.
También contribuye
a la obesidad la falta de ejercicio, o sedentarismo: la televisión y los juegos
de video han propiciado que los niños y adolescentes pasen su tiempo libre
sentados consumiendo comida chatarra. Hay estudios que indican que pasar más
horas viendo la televisión aumenta el riesgo de sobrepeso, lo que se debe a que
frente a la tele se gasta menos energía y se consumen grandes cantidades de
alimentos engordantes. Por si fuera poco, las horas dedicadas a la televisión
son horas restadas al sueño, lo que puede provocar en los niños ansiedad y
aumento del apetito al día siguiente.
Datos
alarmantes
En Estados Unidos
la obesidad es el trastorno nutricional más costoso. Durante los últimos 20
años su incidencia ha aumentado hasta el 34.9%. En los niños de edad preescolar
se calcula que las probabilidades de sobrepeso son de 10%, pero alcanzan el
17.2% para niños de entre seis y 12 años. Tras un análisis de ocho grandes
estudios epidemiológicos realizados en ese país con más de 47 000 niños, el
grupo dirgido por Bernard Rosner, de la Universidad de Harvard, encontró que el
riesgo de hipertensión arterial fue significativamente más alto para los niños
con mayor índice de masa corporal. Otros autores han reportado, además, cierta
relación entre la obesidad abdominal y un incremento de la presión arterial en
niños y adolescentes, así como un riesgo de hipertensión tres veces mayor en los
adolescentes obesos en comparación con los no obesos.
El Estudio
Cardiológico de Bogalusa mostró que los niños con sobrepeso tienen un riesgo
4.5 y 2.4 veces mayor de tener altas las presiones sistólica y diastólica (las
presiones alta y baja, respectivamente). Se encontró también que, en pacientes
de entre cinco y 17 años, tener más grasa abdominal (determinada por la
circunferencia de la cintura) se asocia con la presencia del síndrome
metabólico, trastorno caracterizado por concentraciones anormales de
triglicéridos, lipoproteínas de baja densidad y de muy baja densidad en la
sangre.
En México, que ya
es el segundo país con mayor incidencia de obesidad en el mundo, la Asociación
Mexicana para la Prevención de Insuficiencia Cardiaca A.C. (AMEPPIC), la Secretaría
de Salud del Gobierno de la Ciudad de México y la Secretaría de Educación
Pública han desarrollado el programa Riesgo Cardiovascular Total Escolar
(RESCATE), con el propósito de determinar la incidencia de sobrepeso y obesidad
en escolares de ocho a 11 años de edad en escuelas de alta marginalidad
económica de la Ciudad de México.
El programa
encontró una prevalencia de hipertensión arterial sistólica y diastólica
cercana al 40%, correlacionada estrechamente con la presencia de obesidad. Un
análisis preliminar mostró que los niños con sobrepeso u obesidad tienden a
consumir más calorías provenientes de hidratos de carbono y grasas totales, así
como a consumir significativamente más sodio.
Otros estudios en
los que se utilizaron monitores de movimiento, han mostrado que los niños que
pasan menos tiempo realizando actividades moderadamente vigorosas tienen mayor
riesgo de ser obesos durante la niñez y la adolescencia. En Estados Unidos, tan
sólo el 25% de los adolescentes se ejercitan regularmente, mientras que un 14%
no lo hace en lo absoluto. En México, el 20.9 y el 15.6% de los niños evaluados
preliminarmente por el programa RESCATE admitieron que no realizan actividad
física moderada o vigorosa, respectivamente. Esta falta de actividad física fue
notablemente mayor en los niños con sobrepeso u obesidad.
Las
consecuencias
Al menos 60% de
los niños obesos, y entre 70 y 80% de los adolescentes obesos, siguen siéndolo
en la edad adulta. Se sabe que los adultos con exceso de grasa en la cintura
presentan resistencia a la insulina, hormona secretada por el páncreas que,
entre otras cosas, controla la concentración de azúcar que circula por la
sangre. Que haya resistencia quiere decir que circulan mayores niveles de
insulina. En la obesidad las células grasas del organismo responden menos a la
acción de esta hormona. La resistencia a la insulina desempeña por lo tanto un
papel importante en el desarrollo de aterosclerosis, que es un proceso
paulatino de obstrucción de las arterias por depósito de grasa en su interior.
Aunque todavía no está claro si el exceso de grasa abdominal tiene el mismo
efecto en niños y adolescentes, el sobrepeso puede llegar a provocar
aterosclerosis. De hecho, la American Heart Association considera la
grasa abdominal —junto con la obesidad, el tabaquismo, el sedentarismo y el
exceso de colesterol en la sangre—, como un factor de riesgo mayor de
enfermedad arterial coronaria (obstrucción de las arterias que nutren al
corazón). Además, se ha encontrado en pacientes jóvenes una correlación entre
el IMC y la extensión de estrías grasas en la capa interior de las arterias
coronarias.
En quienes no
fueron niños obesos, en la adolescencia los niveles de grasa correspondientes
al colesterol total y a las lipoproteínas de alta densidad tienden a disminuir,
mientras que las lipoproteínas de baja densidad (una fracción de grasa
sanguínea con efecto benéfico) tienden a aumentar ligeramente en condiciones
habituales. En los obesos, este proceso metabólico se invierte.
El ventrículo
izquierdo expulsa la sangre al organismo. La cantidad de tejido de esta parte
del corazón está correlacionada de manera importante con el porcentaje de grasa
corporal y con su distribución. Cuando hay más grasa en el organismo, el
corazón tiene que hacer más esfuerzo. El músculo cardiaco se adapta a este
esfuerzo suplementario aumentando el número y el grosor de las fibras
musculares del ventrículo izquierdo. Este proceso se conoce como hipertrofia
ventricular izquierda y es un factor importante de la enfermedad coronaria,
insuficiencia cardiaca y muerte súbita por arritmias (trastornos del ritmo
cardiaco).
En los niños este
factor está directamente relacionado con el IMC y con la obstrucción de las
vías respiratorias al dormir, condición patológica que se conoce como síndrome
de apnea obstructiva del sueño, y que suele acompañar a la obesidad. La
obstrucción produce estrés cardiovascular. Durante el sueño la presión arterial
aumenta y los niveles de oxígeno arterial disminuyen. En casos graves, este
sobreesfuerzo del corazón y la mala oxigenación del músculo cardiaco pueden
producir la muerte durante la noche.
Los niños con
presión arterial sistólica y presión de pulso (diferencia entre la presión
sistólica y la diastólica) elevadas tienen mayor masa ventricular izquierda. Su
corazón pierde la capacidad de relajarse entre latidos. Ésta es una forma de
insuficiencia cardiaca incipiente, es decir, de incapacidad del corazón para
distribuir adecuadamente la sangre en el organismo.
Obesidad y sobrepeso en niños de 8 a 11 años
|
Prevalencia de
obesidad (total)
|
19.5%
|
Niñas
|
14.7%
|
Niños
|
24.1%
|
Prevalencia de
sobrepeso (total)
|
19.2%
|
Niñas
|
20.9%
|
Niños
|
17.5%
|
Prevalencia de
sobrepeso + obesidad
|
38.7%
|
Prevalencia de obesidad infantil en escuelas de alta marginalidad
económica de la Ciudad de México.
Fuente: RESCATE (estudio con 1 346 niños).
|
Depresión y
ansiedad
El sobrepeso y la
obesidad en los adultos causan trastornos metabólicos, como las alteraciones de
las grasas sanguíneas, la diabetes tipo 2 y la pérdida urinaria de albúmina,
así como trastornos cardiovasculares: hipertensión, hipertrofia del ventrículo
izquierdo, insuficiencia cardiaca y enfermedad coronaria. Pero también se han
asociado con un mayor riesgo de padecer degeneración de las articulaciones,
diversos tipos de cáncer (de próstata, mama, colon y endometrio), acumulación
de grasa en el hígado, trastornos respiratorios, cálculos biliares y depresión.
Desde el punto de
vista de la salud pública, las consecuencias más serias de la obesidad en la
niñez y la adolescencia son sus efectos sobre la salud cardiovascular y
metabólica, a corto y largo plazo; sin embargo, hay también consecuencias
psicológicas que pueden empeorar el cuadro. El 48% de los adolescentes muy
obesos presenta síntomas de depresión entre moderada y severa y el 35% reporta
altos grados de ansiedad. Las niñas obesas cometen más intentos de suicidio que
las que no lo son. Asimismo, los adolescentes con sobrepeso están más aislados
de sus redes sociales.
El gordito feliz
ha desaparecido y si las personas obesas tienen un gran corazón, no es por sus
buenos sentimientos, sino por el crecimiento anormal del músculo cardiaco. La
serenidad de las personas obesas es un mito, pues no duermen bien. En lugar del
gordito feliz, hay un niño o adolescente obeso, discriminado, deprimido y con
riesgo de padecer graves enfermedades si continúa siendo obeso en la edad
adulta.
Más información
•
O'Donell,
Alejandro y Beatriz Grippo, Obesidad en la niñez y la adolescencia,
Editorial Científica Interamericana, Buenos Aires, 2005.
•
Calzada
León, Raúl, Obesidad en niños y adolescentes, Editorial Arquine, México,
2002.
La prevención
Hasta aquí las
malas noticias. Las buenas nos señalan que el daño temprano es reversible y lo
más importante: que se puede evitar. Prevenir la obesidad y sus secuelas es un
asunto de educación, dieta y ejercicio, y especialmente de voluntad política.
Con el fin de
evaluar la reversibilidad del daño arterial temprano en niños, el grupo de
investigación encabezado por Kam-sang Woo, del Instituto para Promover la Salud
Cardiaca, de Hong Kong, hizo un estudio con 82 niños obesos divididos en dos
grupos. A unos los sometieron a un programa de dieta solamente, y a los otros a
un régimen de dieta con ejercicio. Al cabo de seis semanas, en ambos grupos
hubo una mejoría en la dilatación del endotelio de la arteria del brazo, o
braquial, pero no en su dilatación con nitroglicerina (vasodilatador externo).
Los cambios fueron significativamente mayores con dieta más ejercicio que con
la dieta sola.
En otro estudio,
realizado en 1987 en la Universidad de Michigan, en Ann Arbor, Albert P.
Rocchini y sus colaboradores sometieron a adolescentes con sobrepeso a dieta
sola, y a dieta y ejercicio, por un periodo de 20 semanas. Los investigadores
encontraron cambios en la presión arterial sistólica, lo que hace evidente que
la pérdida de peso, particularmente con el ejercicio físico, puede ser benéfica
en el tratamiento de niños obesos hipertensos y que controlar la presión
arterial evita el crecimiento del corazón.
Para atajar el
problema de la obesidad desde el comienzo, la prevención primaria es
fundamental. Entre las estrategias de esta prevención primaria están dar pecho
al bebé durante un mínimo de seis meses, alimentarse sanamente durante la niñez
tanto en la casa como en la escuela y hacer ejercicio. En pacientes que ya
tienen el problema, el objetivo es la prevención secundaria, que consiste en
evitar las consecuencias de la obesidad disminuyendo de manera oportuna el
sobrepeso.
El Dr. Arturo Orea Tejeda es director de la Clínica de
Insuficiencia Cardiaca del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición
Salvador Zubirán. Es profesor de ciencias médicas, odontológicas y de la salud
(UNAM) y presidente de la AMEPPIC y de Amigos del Corazón Alrededor del Mundo
en México.
Ana María Sánchez Mora es divulgadora de la ciencia y
trabaja en la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM. Ha
publicado numerosos artículos y libros de divulgación, así como una novela.
1.
Subraya con
color amarillo o marcatexto las ideas principales.
2.
Subraya con
rojo las ideas secundarias
3.
Elabora un
resumen en las fichas de trabajo
4.
Elabora un
recurso gráfico para representar el fragmento de información que elijas
5.
Marca las
partes del texto
6.
Escribe 2
citas textuales con la información que te parezca importante.
b) Lee el texto “Manual de Autoayuda 1” de Mauricio Carrera
y contesta lo que se te pide.
Depongo todo
cuanto soy: me rindo.
No quiero más
tus guerras ni tus líos.
Ni estas
treguas de sal ni estos lamentos.
Félix Suárez
Si el amor es
festejo el desamor es duelo. “Si todo se ha de ir, ¿por qué llegaste?”, se
pregunta Rubén Bonifaz Nuño, el poeta mexicano que más ha indagado con sus
versos tiernos y coléricos las bondades y desdichas de ese “don de Dios”, que
es el amar, y ese “corazón en las espinas” que es la separación de los que se
aman. En nuestros días los casos de desamor se multiplican. La pareja falla. La
pareja huye de sí misma. La pareja hace malabares para subsistir. Qué triste
paradoja: primero nos dedicamos a encontrar a la persona deseada, y luego,
tristemente, a soportarla. La amamos hasta casi rendirle pleitesía y luego nos
preguntamos qué le vimos, cuándo cambió, por qué ya no sentimos las mariposas
de antes y sólo escuchamos el bostezo y la queja cotidiana. O las discusiones
que terminan en pleito. “Mira bien, lo que hacemos los dos, siempre peleando
así”, como dice la canción. El amor tiene que ver con la vida y por eso duele,
por eso se encela, por eso se desilusiona, por eso se transforma, por eso
envejece y muere. El amor se complica porque se hace aburrido, monótono, porque
hay malos tratos y traiciones, gritos y sombrerazos, estrecheces económicas,
dolor y llanto. “Ningún amor termina felizmente (se sabe)”, como observa José
Emilio Pacheco. Es cuando la amargura se hace presente y las palabras tiernas
un remoto pasado. “Yo la amé y ella también a ratos me quiso”. No importa el
género, la desesperación y la tristeza son las mismas. Afligido amor,
desdichado amor, pinche amor, desolado amor. La desaparición del amor y la
separación de los que se aman no es nueva bajo el sol. Sucede que ahora es más
notoria. Antes se disfrazaba. “En la alcoba profunda podríamos andar meses y
años, en pos del otro, sin hallarnos”, como escribió Maiakovsky. Las mujeres
argumentaban dolor de cabeza y los hombres una partida de dominó. El macramé y las
cantinas como terapias de género. El hombre mandaba y la mujer era sumisa. Ya
no tanto. Los tiempos cambian. La mujer trabaja su doble jornada, es capaz de
subsistir por sí misma y de no necesitar del hombre para ser. No quiere gritos
ni reclamos, abusos físicos o verbales, ni chantajes ni estar con quien la
trata como a un inferior. Es el desamor moderno, el que agarra sus chivas y se
va. El amor a uno mismo como respeto y como opción. “El amor es la piedad que
nos tenemos”, como escribió Efraín Huerta. No es mero narcisismo sino afán de
sobrevivencia. El desamor de antaño, por otro lado, sigue ahí. Llora sus penas
en secreto, se soba los golpes a solas, aguanta la indiferencia, el ninguneo,
la falta de cariño, la existencia de la otra o del otro. El maldito desamor.
Tanto amar para qué. Lo dice el Buki: “si no te hubieras ido sería tan feliz”.
O Paquita la del Barrio y sus ratas de dos patas: “¿Me estás escuchando,
inútil?”. Lo escribe mil veces mejor Bonifaz Nuño: “¿Qué es lo que pasa, qué
nos hace que durmamos confiados una noche, una noche cualquiera, protegida,
seguros del amor, acompañados, y despertemos, un momento más tarde, solos,
abandonados, indefensos?”. Amar es equivocarse, como lo comprendió Fernando
Pessoa. ¿Hay remedio? Durante algún tiempo creí más en el desamor que en el
amor. Tantos fracasos, tantos intentos, para qué. Mejor la soledad, las
caricias sin nombre que perdure, sin compromiso, sin reclamos, sin lealtades,
sin amor. No volver a meter la pata, blindar el corazón para no sufrir de este
nuevo desorden amoroso que trae consigo la época que nos ha tocado. Me guarecí.
Me dije que nunca más. Y fallé. Sucede que, así como llega el desamor, así
también aparece el amor. La sensación de inmortalidad tras un beso, la
necesidad de pertenencia a otro cuerpo, la alegría de descubrir un rostro que
nos alegre el día, la noción de que ahora sí es la persona buena, la que
esperamos con ansia toda la vida. Amar y desamar, estar un tiempo con la mejor
y otro con la peor de las parejas, celebrar la compañía de alguien
extraordinario y guardarle luto porque no lo era, es el latido de los corazones
enmendados y rotos. La consigna para vivir y no morir en el intento es amar con
locura y desamar con cordura. Dejar entrar y dejar ir. Lo dice Renato Leduc: “Amar
a tiempo y desatarse a tiempo”. Next. No hay de otra.
Mauricio Carrera
Publicado en Día Siete el 1 de junio de 2008
(revista)
1.- Subraya las citas textuales
2.- Elabora una ficha de paráfrasis del texto leído
3.- Elige la parte del texto ye te gustó y regístralo como
cita textual.
4.- ¿Cuál es el tema del texto?
5.- Marca con corchetes las partes del texto
6.- Escribe qué tipo de fuentes es y regístrala según
corresponda.
ACTIVIDAD II. TRABAJO CON LA INFORMACIÓN
B) Completa el siguiente cuadro con las formas verbales,
según corresponda:
Verbo
como aparece en el texto
(texto
de Mauricio Carrera)
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Verbo
en infinitivo
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Verbo
en presente, indicativo, 2ª persona del singular
|
Verbo
en futuro del modo indicativo, 2ª persona del singular
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C) Subraya las
oraciones escritas que utilizan verbo en participio
•
Los
triángulos tienen 3 lados
•
Juan
ha sido elegido presidente honorario
•
Los
niños dotados poseen mayor inteligencia
•
Las
acciones fueron compradas por los empresarios
•
Los
unicornios son animales fantásticos
D) Lee las
siguientes oraciones e identifica los verbos que pertenezcan al modo subjuntivo.
1.- El jueves empezarán las clases aunque
todos esperan que hasta el lunes lleguen los alumnos.
2.- Eligió la carrera de médico para
mejorar la salud de las personas.
3.- Me comentaron que debo portar la
credencial del colegio siempre.
4. - Cuando asistimos a la gala fue
indispensable apagar los celulares para escuchar el mensaje de despedida del
artista.
5.- Espero que mi jefe regrese del
extranjero
E) Contesta lo que se te pide:
1.
¿Cuáles son los verbos más usuales en los
reglamentos?
2.
¿Cuáles son los tiempos y formas verbales más
usuales en el reglamento?
3.
¿Qué es el subjuntivo?
4.
¿Qué es el modo imperativo?
ACTIVIDAD II. CONTESTA LAS SIGUIENTES
PREGUNTAS
1.
¿Cuál es la ficha de cita textual?
2.
¿Cuál es la ficha de resumen?
3.
¿Cuál es la ficha de paráfrasis?
4.
¿Para qué sirven las fichas de notas?
5.
¿Cuáles son los tipos de investigación?
6.
¿Cómo se construye la voz pasiva?
7.
¿Cuáles son las partes de una monografía?
8.
¿Qué es una monografía?
9.
Elabora un cuadro con las características de los
tres tipos de investigación.
10. Elabora
un cuadro con las semejanzas y diferencias del mito y leyenda
11. Escribe
3 ejemplos de mito y 3 de leyenda
12. Elabora
un mapa mental con las características de los cuentos de ciencia ficción.
13. ¿Cuáles
son los tipos de mito?
14. ¿De
qué trata cada uno de los tipos de mito?
15. ¿Cuál
es la función de un mito y leyenda?
16. ¿Cuáles son las partes de la nota informativa?
17. ¿Qué
es un debate?
18. ¿Quiénes
participan en el debate?
19. Elabora
un esquema con los integrantes de un debate y sus funciones.
20. ¿Qué
datos lleva una bibliografía? ( Escribe dos de cualquier libro que tengas)
III. TRABAJA CON LAS ORACIONES Y GRAMÁTICA
A) Rescribe en tu cuaderno las siguientes
oraciones y subraya con amarillo las oraciones que utilizan Voz pasiva y de
azul el verbo en participio.
B) Indica si en los siguientes ejemplos la
oración en voz pasiva (P) o activa (A) y transfórmala según corresponda:
1.
Ella
canta un rap
2.
El
perro muerde un peluche
3.
El
campo es arado por el agricultor
4.
El
coche es arreglado por el mecánico
5.
La
manzana es cortada por Pablo
6.
La
cena es preparada por mí
7.
Estoy
cantando tu canción
8.
Ellos
están asando pimientos
9.
Nosotros
estamos corrigiendo su ejercicio
10.
Su
carta es leída por él
11.
Están
terminando la función
12.
La
barbacoa es preparada por la abuela
13.
Javier
pinta la casa
14.
Ana
prepara los bocadillos
15.
Los
grifos son arreglados por el fontanero
16.
Los
repartidores traen las cartas
17.
Los
políticos gobiernan el país
18.
Juan
compra un gato
19.
Ana
pinta la pared
20.
El té
es preparado por Adolfo
21.
El
ordenador es arreglado por Laura
22.
Jaime
vende el coche
23.
Yo
enciendo la luz
24.
El
maíz es regado por Pablo
25.
El
gato caza un ratón
26.
Yo
subrayo el libro
27.
Ella
canta la canción
C) Lee las
siguientes oraciones e identifica los verbos copulativos. Posteriormente, señala con un color el sujeto, el verbo y el
atributo.
1.
Los niños están divertidos jugando
2.
La mayoría faltó a la
última sesión
3.
Jorge ha estado comiendo
mucha comida chatarra
4.
La mamá de Lucas está más
delgada
5.
El ingeniero compró
material semejante al original
6.
La doctora parece
estudiante aún
7.
Los jóvenes asistieron a
la función
8.
El examen parece difícil
9.
Susana trabaja fines de
semana
10. Roberto eliminó el virus de la computadora
D) Escribe 5 oraciones sobre el tema que investigaste en español, utilizando
verbos copulativos.
E) Escoge
5 verbos de la lectura anterior, y completa el siguiente cuadro con las formas
verbales, según corresponda:
Verbo como aparece en el texto
|
INFINITIVO
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GERUNDIO
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PARTICIPIO
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F) Compra un periódico y elige dos notas y contesta lo que se te pide.
1.- Marca las partes de la nota informativa
2.- Registra la hemerografía en una ficha bibliográfica
ORTOGRAFÍA (ejercicios en línea)
B/V
S,C y Z
G/ J
EN GENERAL
NOMBRE DEL PADRE
O TUTOR:___________________________________________________
FIRMA DE
ENTERADO: __________________________ FECHA: _________________________